Linaza antiinflamatoria
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Las semillas de lino se consideran aliadas de la salud cardiovascular: su consumo ayuda a cubrir las necesidades de potasio, un mineral que ayuda a controlar la presión arterial y el ritmo cardíaco, y de ácidos grasos que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre. Su fibra también ayuda a proteger la salud intestinal, mientras que sus lignanos ejercen una acción antioxidante (junto con la vitamina E, el manganeso y el selenio) y preventiva del cáncer. Las vitaminas del grupo B contribuyen a un buen metabolismo, los folatos son importantes para el correcto desarrollo del sistema nervioso durante la gestación, el calcio, el fósforo y el magnesio son importantes para la salud de los huesos y los dientes, y el hierro y el cobre son necesarios para la producción de glóbulos rojos.
Cómo tomar la linaza
La linaza se considera un aliado de la salud cardiovascular, en particular de la presión arterial y el ritmo cardíaco (gracias al potasio) y ayuda a mantener bajo control los niveles de colesterol en sangre (gracias a los ácidos grasos).
Las vitaminas del grupo B promueven un buen metabolismo, los folatos facilitan el correcto desarrollo del sistema nervioso durante el embarazo. El calcio, el magnesio y el fósforo son importantes para la salud de los huesos y los dientes, mientras que el cobre y el hierro son importantes para la producción de glóbulos rojos.
La presencia de lignanos desaconseja el consumo de linaza durante el embarazo. En cualquier caso, no deben consumirse crudas porque contienen sustancias tóxicas como los glucósidos cianogénicos.
Linaza para adelgazar
En términos de macronutrientes, estas semillas son una excelente fuente de grasas buenas omega-3 y omega-6, proteínas vegetales y fibra. También hay vitaminas y minerales, como calcio, hierro, potasio, zinc, vitamina E, ácido fólico y algunas vitaminas del grupo B.
El consumo de semillas de lino aporta varios beneficios para la salud. En concreto, tienen poderes antioxidantes y antiinflamatorios, son buenos para el intestino, el sistema cardiovascular y son útiles en casos de diabetes, pero no sólo. Veamos en detalle todos los beneficios de estas pequeñas semillas.
Estas sustancias pueden complementarse fácilmente con el uso de linaza o aceite de linaza, en una proporción de dos a tres cucharaditas al día. Además, la ingesta diaria de estos productos naturales también garantiza una buena dosis de minerales, como el potasio y el fósforo, vitaminas (especialmente del grupo B y vitamina E) y proteínas.
Se utiliza una cucharada de semillas de lino y se empapa en un vaso de agua. Deje el vaso tapado durante la noche y a la mañana siguiente beba todo el contenido o filtre y tome sólo el agua rica en mucílagos. Se trata de una forma suave de mejorar el tránsito intestinal (por lo tanto, excelente en caso de estreñimiento) y de enjuagar la mucosa. Este remedio también es útil en casos de síndrome de intestino irritable acompañado de estreñimiento.
Las semillas de lino molidas son tóxicas
Las semillas de lino se consideran valiosas aliadas de la salud cardiovascular: su consumo ayuda a cubrir las necesidades de potasio, un mineral que ayuda a controlar la presión arterial y el ritmo cardíaco, y de ácidos grasos que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre. Su fibra también ayuda a proteger la salud intestinal, mientras que sus lignanos ejercen una acción antioxidante (junto con la vitamina E, el manganeso y el selenio) y preventiva del cáncer. Las vitaminas del grupo B favorecen un buen metabolismo; los folatos son importantes para el correcto desarrollo del sistema nervioso durante la gestación; el calcio, el fósforo y el magnesio son importantes para la salud de los huesos y los dientes; y, por último, el hierro y el cobre son necesarios para la producción de glóbulos rojos.