Alimentos con vitamina d
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Una deficiencia de vitamina D en el embarazo podría afectar tanto al esqueleto materno como al fetal. Los primeros pueden sufrir alteraciones, los segundos corren el riesgo de no formarse correctamente.
No sólo eso, sino que la falta de vitamina D favorece las enfermedades respiratorias y aumenta el riesgo de infecciones bronquiales y pulmonares. Según algunas investigaciones médicas, las consecuencias de la carencia de vitamina D durante el embarazo pueden manifestarse también después del nacimiento y tras varios años de vida del niño, en forma de trastornos neocognitivos, trastornos alimentarios en los años de desarrollo (de 6 a 10 años principalmente y hasta que se alcanza el pico de masa ósea).
No hay datos seguros al respecto, pero según algunas tesis, la carencia de vitamina D también podría provocar un aborto en el primer trimestre, o la muerte en el útero en el segundo y tercer trimestre.
Este es el caso, por ejemplo, de las personas con una elevada pigmentación de la piel, las que se exponen poco al sol, las que son obesas o las que toman medicamentos que podrían interferir de alguna manera en el metabolismo de la vitamina D.
¿Vitamina D embriotóxica?
Los mecanismos en los que interviene el ácido fólico también requieren otras vitaminas B como cofactores. Un metaanálisis que incluyó 41 estudios demostró la eficacia de los compuestos que contienen folato y las multivitaminas para reducir el riesgo de defectos del tubo neural, labio leporino y paladar hendido, anomalías del tracto urinario e hidrocefalia congénita (Goh et al 2006).El ácido fólico y las multivitaminas también mejoran significativamente el estado de ánimo y el comportamiento de las mujeres en el puerperio (Paoletti et al 2013).
ATENCIÓN: Cada terapia debe ser individualizada y controlada en cada paciente por el médico especialista con experiencia en la materia. Estas hojas informativas no pueden sustituir en ningún caso la relación médico-paciente, ni utilizarse sin un asesoramiento médico explícito.
Vitamina d y fertilidad
Además, también puede haber un efecto en la salud de los dientes del niño: un estudio publicado en la revista Pediatrics demostró que existe una asociación entre los niveles bajos de vitamina D en el embarazo y un mayor riesgo de caries en los niños.
ssa Spadafranca, quien a continuación añade: “Esto sugiere que la vitamina D puede desempeñar un papel protector contra ciertas enfermedades del embarazo, como la diabetes gestacional y la preeclampsia”.
Todavía no hay resultados concluyentes, pero los estudios que se han realizado parecen apuntar precisamente a una asociación entre los niveles bajos de vitamina D en el embarazo y un mayor riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, pero también de bajo peso al nacer, como también se destaca en esta revisión publicada en 2019 por la Colaboración Cochrane.
Otro artículo publicado en la revista Clinical Nutrition en 2019 parece entonces confirmar esta información, especificando también que la deficiencia severa de vitamina D en el primer trimestre es un factor de riesgo para la inflamación de la placenta en los embarazos de alto riesgo.
Vitamina c en el embarazo
Una deficiencia de vitamina D en el embarazo podría afectar tanto al esqueleto materno como al fetal. Los primeros pueden sufrir alteraciones, los segundos corren el riesgo de no formarse correctamente.
No sólo eso, sino que la falta de vitamina D favorece las enfermedades respiratorias y aumenta el riesgo de infecciones bronquiales y pulmonares. Según algunas investigaciones médicas, las consecuencias de la carencia de vitamina D durante el embarazo pueden manifestarse también después del parto y tras varios años de vida del niño, en forma de trastornos neocognitivos, trastornos alimentarios en los años de desarrollo (de 6 a 10 años principalmente y hasta que se alcanza el pico de masa ósea).
No hay datos seguros al respecto, pero según algunas tesis, la carencia de vitamina D también podría provocar un aborto en el primer trimestre, o la muerte en el útero en el segundo y tercer trimestre.
Este es el caso, por ejemplo, de las personas con una elevada pigmentación de la piel, las que se exponen poco al sol, las que son obesas o las que toman medicamentos que podrían interferir de alguna manera en el metabolismo de la vitamina D.