Cenas ligeras para perder peso
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Recetas de dietas rápidas
En el marco de una dieta hipocalórica, son preferibles los condimentos de origen vegetal, ya que son poco calóricos y frenan la absorción de los azúcares. Los condimentos a base de hierbas aromáticas y especias son también, sin duda, aconsejables, ya que pueden aportar sabor a los platos sin que ello repercuta en el aporte calórico del mismo.
2 Cuando rompa a hervir, cuece la pasta durante unos 7 u 8 minutos; mientras tanto, pasa la rúcula y las hojas de menta a una batidora y añade el zumo de una lima, el aceite de oliva y una pizca de sal; tritura hasta obtener un pesto homogéneo;
3 Mientras tanto, pasar los tomates, las alcaparras, las aceitunas negras y el diente de ajo a otra cacerola; luego añadir medio vaso de agua y cocer. Cocer durante un puñado de minutos hasta que la salsa esté espesa y uniforme; retirar el diente de ajo;
1 En primer lugar, se lavan las verduras y se les quitan los residuos, luego se cortan en dados; se ponen las verduras en la olla con un diente de ajo y medio vaso de agua durante unos 15 minutos (se aconseja cocer primero los pimientos y las berenjenas, y luego añadir los tomates después de unos minutos);
Cena ligera de invierno
¿Prefieres un plato principal y la cena rima con proteínas para ti? Entonces, no hay más que elegir: tiras de pollo al vino blanco o tiernos bocados de pavo frito con verduras, excelentes tanto en frío como en caliente. Capítulo de pescado, aquí también hay muchas recetas ligeras y sabrosas para disfrutar de la cena: un elegante filete de atún para impresionar a sus comensales o una saludable y decididamente sabrosa lubina al horno con papel de aluminio, por nombrar sólo algunas. ¿Platos fríos? Una colorida y ligera ensalada griega con feta y tomates o una equilibrada y nutritiva ensalada de espelta con verduras.
Recetas sanas y equilibradas
-Contrariamente a lo que se pueda pensar, los frutos secos juegan un papel esencial a primera hora de la mañana, ya que son ricos en grasas buenas para el cerebro. Así que opta por empezar el día con un puñado de nueces, almendras, avellanas o anacardos, para disfrutarlo en seco o mojado en un bote de yogur.
-Los zumos de fruta concentrados, sin azúcares ni conservantes, son la bebida ideal para las mañanas, mejor aún si se componen de zumo de naranja o pomelo exprimido, rico en vitamina C, o de extractos de frutas con fuerte poder antioxidante.
-Recuerda entonces beber siempre un gran vaso de agua, preferiblemente tibia, nada más levantarte, para rehidratar tu cuerpo y liberarlo de toxinas. Si quieres, añade un poco de limón y jengibre, depurativo y desintoxicante.
-Una rebanada de pan normal (o 2 panecillos integrales) sobre la que se extiende una cucharadita de crema de avellanas (preferiblemente casera o ligera), mermelada (preferiblemente sin azúcar) o miel o 3-4 galletas secas