Tabla nutricional de alimentos
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Las proteínas son el verdadero secreto. Fortalecen nuestras células, que a su vez serán tan fuertes que ganarán la batalla que empezaron mucho antes. En resumen, una especie de actualización natural para nuestras células.
La vitamina B6 contenida en la carne de pollo desempeña un papel importante en la prevención de los ataques al corazón. Reduce los niveles de homocisteína, uno de los componentes clave relacionados con el riesgo de infarto. Junto con el mineral magnesio y las proteínas, fortalecerá de forma natural nuestro músculo cardíaco.
Valores nutricionales de la pechuga de pollo
Un pollo se define como la cría del gallo y la gallina. A los 4 meses, el pollito se convierte en un pollo de grano (hasta 1 kg), luego se convierte en un pollo de engorde o en una pollita y finalmente en un adulto. Los pollos criados de forma convencional se clasifican como ligeros si alcanzan 1,5 kg, medianos hasta 2,5 kg y pesados con 3,5 kg.
Evidentemente, si al cocinarlo se hace demasiado y se añaden 10g de aceite de oliva virgen extra (que es “bueno para la salud”), las calorías de 100kcal con 0,8g de grasa se convierten en 190kcal con 10,8g de grasa. En resumen, encuentre una forma sabrosa de cocinarlo, teniendo cuidado de no añadir un exceso de calorías y grasa.
500 gramos de pollo cuántas proteínas
De nuevo, debido a su alto contenido en proteínas que refuerzan nuestras células, el pollo fortalece nuestro sistema inmunitario. Una sopa de pollo caliente descongestiona la nariz, fluidifica el organismo y lo enriquece con nutrientes que combaten la invasión de bacterias causantes de infecciones. Siguiendo con el tema del sistema inmunológico, gracias a la presencia de niacina (vitamina B), el pollo defiende contra ciertos tipos de cáncer (esófago, estómago, recto) y otros tipos de daños genéticos (ADN).
La vitamina B6 presente en la carne de pollo ayuda a prevenir los infartos porque reduce los niveles de homocisteína, responsables de los ataques cardíacos. El magnesio y las proteínas, junto con la vitamina B6, son también grandes aliados de nuestro corazón.
El pollo, por un lado, contiene aminoácidos que proporcionan un elevado aporte de arginina, lisina e histidina y aminoácidos de cadena ramificada (valina, isoleucina y leucina). Por otro lado, tiene un bajo contenido en colágeno y fibra muscular, lo que hace que la carne sea especialmente masticable y digerible, sobre todo cuando se cocina de forma sencilla (a la plancha, hervida, asada).
350 gramos de pechuga de pollo
La receta original prevé la cocción lenta en abundante agua de las piezas de pollo, principalmente muslos y pechuga, junto con condimentos como cebolla, apio y zanahoria picada. Se cuece durante veinte minutos después de la ebullición y, tras añadir el puré de tomate, durante otros veinte minutos. Luego se añaden unas cuantas patatas. Una vez cocidas, las patatas cocidas retiradas del caldo pueden triturarse y mezclarse de nuevo con el agua de cocción para conseguir un efecto espesante. Por último, se añade la sal.
La receta de la abuela, en cambio, tiene su origen en los tiempos pasados en los que la carne se guardaba para las ocasiones importantes y para la comida del domingo, mientras que el caldo de pollo se preparaba con las vísceras y los residuos del animal (huesos, patas, cabeza…). De nuevo, se añadieron al agua de cocción la cebolla, el apio, las zanahorias, la sal y el puré de tomate.
Una vez que el pollo, las zanahorias, la cebolla y el apio se han colocado en el agua, se cierra la olla a presión con la tapa y se sube el fuego al máximo. Se cocina durante 40 minutos desde el inicio del pitido. A continuación, sazonar al gusto.