Sangrado por anticoagulantes
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(Tomado de Di Minno A, Frigerio B, Spadarella G, Ravani A, Sansaro D, Amato M, Kitzmiller JP, Pepi M, Tremoli E, Baldassarre D0. Antiguos y nuevos anticoagulantes orales: alimentos, hierbas medicinales e interacciones farmacológicas. Blood Rev. 2017. pii: S0268-960X(16)30035-2. doi: 10.1016/j.blre.2017.02.001).
A la hora de analizar las interacciones farmacocinéticas entre la warfarina y los alimentos, o entre este fármaco y las plantas medicinales, hay que destacar que el problema está más de actualidad que nunca, teniendo en cuenta que aproximadamente el 15% de la población utiliza medicinas complementarias/alternativas (MCA) en combinación con fármacos [2]. Desgraciadamente, la mayoría de los pacientes en tratamiento con warfarina no reciben información adecuada sobre las posibles interacciones farmacológicas y rara vez informan a sus médicos del uso concomitante de CAM y warfarina.
Qué son los medicamentos anticoagulantes
A diferencia de los antiagregantes plaquetarios, que actúan sobre la agregación de las plaquetas, los fármacos anticoagulantes interfieren en el proceso de coagulación actuando sobre los cofactores y factores de coagulación cuya activación conduce a la formación de una red de fibrina que atrapa las células sanguíneas y da lugar al coágulo.
Los fármacos anticoagulantes utilizados actualmente en la terapia son diversos, se administran por diferentes vías y pueden subdividirse, en función de su mecanismo de acción y estructura química, de la siguiente manera:
Los fármacos anticoagulantes cumarínicos interfieren en el ciclo oxidorreductor de la vitamina K, un cofactor muy importante en la síntesis y activación de ciertos factores de coagulación dependientes de la vitamina K, como el factor II -más conocido como protrombina- y los factores VII, IX y X.
El ciclo oxidorreductor de la vitamina K que interviene en el proceso de coagulación de la sangre implica a varias enzimas: la quinona reductasa de la vitamina K y la 2,3-epóxido reductasa de la vitamina K. Los fármacos anticoagulantes cumarínicos actúan como inhibidores de la vitamina K 2,3-epóxido reductasa.
Efectos secundarios de los anticoagulantes
Los fármacos anticoagulantes orales, según las indicaciones actuales, se prescriben en muchas situaciones clínicas: en primer lugar, en la prevención primaria, secundaria y el tratamiento de la tromboembolia venosa y la embolia pulmonar; después, en la prevención de la embolia en pacientes con fibrilación auricular (FA), en pacientes con prótesis valvulares cardíacas y en pacientes sometidos a cardioversión eléctrica; y, por último, en la prevención primaria y secundaria del ictus en el contexto de la fibrilación auricular (Auyeung et al., 2016).
El análisis de los estudios que comparan la eficacia y la seguridad de los nuevos fármacos anticoagulantes orales frente a la warfarina en el tratamiento de la fibrilación auricular no valvular (FANV) reveló los siguientes datos: reducción del 50% del riesgo de ictus hemorrágico; reducción del 18% de la incidencia de ictus y embolia sistémica sin aumento del riesgo de hemorragia mayor; reducción de la incidencia de hemorragia intracraneal y aumento de la incidencia de hemorragia gastrointestinal (Dogliotti et al., 2013).
Nombres comerciales de los anticoagulantes orales
A diferencia de los antiagregantes plaquetarios, que actúan sobre la agregación de las plaquetas, los fármacos anticoagulantes interfieren en el proceso de coagulación actuando sobre los cofactores y los factores de coagulación, cuya activación conduce a la formación de una red de fibrina que atrapa las células sanguíneas y da lugar al coágulo.
Los fármacos anticoagulantes utilizados actualmente en la terapia son diversos, se administran por diferentes vías y pueden subdividirse, en función de su mecanismo de acción y estructura química, de la siguiente manera:
Los fármacos anticoagulantes cumarínicos interfieren en el ciclo oxidorreductor de la vitamina K, un cofactor muy importante en la síntesis y activación de ciertos factores de coagulación dependientes de la vitamina K, como el factor II -más conocido como protrombina- y los factores VII, IX y X.
El ciclo oxidorreductor de la vitamina K que interviene en el proceso de coagulación de la sangre implica a varias enzimas: la quinona reductasa de la vitamina K y la 2,3-epóxido reductasa de la vitamina K. Los fármacos anticoagulantes cumarínicos actúan como inhibidores de la vitamina K 2,3-epóxido reductasa.