Quimioterapia con glóbulos blancos bajos qué comer
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Los limones, las naranjas, los pomelos o las mandarinas estimulan, gracias a la vitamina C, la producción de glóbulos blancos, clave para combatir las infecciones. Son especialmente recomendables para prevenir los resfriados, ya que el cuerpo no lo produce ni lo almacena por sí mismo, hay que consumir alimentos que lo contengan todos los días.
El extracto de este fruto otoñal ha demostrado ser eficaz para detener el crecimiento de bacterias como la E-coli, la salmonela y la listeria, entre otras. También se cree que algunos de sus componentes impiden el crecimiento de las bacterias en la boca que conducen al crecimiento de la placa dental y la enfermedad de las encías.
Qué comer para aumentar los glóbulos blancos
Hay muchos tipos de suplementos en el mercado que contienen vitaminas, minerales y otros ingredientes activos que refuerzan el sistema inmunitario y proporcionan al organismo todos los micronutrientes que necesita. Es bueno recordar que los suplementos deben combinarse con una dieta variada y rica.
Para reforzar las defensas inmunitarias de los niños, existen productos específicos a base de minerales y vitaminas que, administrados, sobre todo en la época de frío, ayudan a reforzar las funciones naturales del sistema inmunitario. Entre los ingredientes más utilizados para este fin se encuentran:
Vitamina d sistema inmunológico
Se presenta en dos formas: ergocalciferol (vitamina D2), que se ingiere con los alimentos, y colecalciferol (vitamina D3), que el organismo sintetiza mediante la exposición de la piel a la luz solar.
Confié en el Dr. Bergomi durante mi preparación atlética para un maratón; gracias a la combinación de una nutrición adecuada y una suplementación específica, logré mi objetivo. Estoy plenamente satisfecho con la sinergia con la que trabajamos Williams, mi entrenador y yo.
Baja de glóbulos blancos e intestinos
Los órganos linfáticos (médula ósea, timo, bazo, ganglios linfáticos, amígdalas, adenoides, placas de Peyer, apéndice vermiforme) están distribuidos por todo el cuerpo. Las células del sistema inmunitario (de varios tipos y con diferentes funciones) pueden llamarse los soldados del propio sistema, los mediadores químicos (citoquinas) son los mensajeros y las inmunoglobulinas la munición.
Además, los ácidos grasos que contiene esta planta tienen una acción antiinflamatoria. La equinácea manifiesta su acción no sólo en la prevención, sino también en la terapia, activa contra virus, bacterias y hongos. Al pertenecer a la familia de las compuestas (asteráceas), no deben tomarlo las personas alérgicas a estas plantas, y tampoco se recomienda en quienes utilizan inmunosupresores, benzodiacepinas, antagonistas del calcio e inhibidores de la proteasa o padecen enfermedades autoinmunes, así como en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. En cualquier caso, consulte a un experto médico antes de utilizarlo.
“Manual Científico Legren” “Medicina de bajas dosis, evidencia científica de la homeopatía” Editorial Guna “Medicina de bajas dosis, aspectos destacados de la investigación básica y clínica”, Departamento Científico Guna “12 hongos medicinales”, Juan C. Mirre Gavalda, Catalina Fernández de Ana Portela “Las doscientas plantas del bienestar”, Igea