El magnesio en la lactancia
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Durante la lactancia materna exclusiva, las proteínas deben aumentarse en unos 18 a 21 g en la dieta diaria de la mujer hasta que la leche materna sea una parte sustancial de la dieta del bebé.
Un mayor consumo de pescado estimula la ingesta de DHA y EPA, es decir, ácidos grasos poliinsaturados importantes para el desarrollo del cerebro. También es esencial introducir muchos de los micronutrientes presentes en la leche a través de la nutrición y la suplementación nutracéutica, ya que se transfieren de la madre al bebé.
La carencia de fósforo provoca la desmineralización de los huesos, el retraso y el deterioro del desarrollo, así como trastornos cardíacos y neurológicos. La OMS recomienda una ingesta de 1200 mg durante la lactancia, frente a los 800 mg del resto de la vida adulta.
La ingesta de ácido fólico para las mujeres lactantes se eleva a 350-400 ɥg al día, es decir, un aumento de aproximadamente el 25% al día [10]. El folato desempeña un papel crucial en muchas reacciones metabólicas, como la biosíntesis del ADN y el ARN, la metilación de la homocisteína en metionina y el metabolismo de los aminoácidos.
Suplementos vitamínicos en la lactancia
Estos suministros adicionales pueden proporcionarse aumentando las porciones del primer y segundo plato y añadiendo un tentempié de, por ejemplo, leche, yogur, queso o frutos secos.
Además, la madre lactante debe beber al menos 2 ó 3 litros de agua al día (preferiblemente baja en minerales, baja en sodio y con una concentración de nitratos no superior a 10 mg/l) u otros líquidos (como caldos de verduras o de carne sin grasa, zumos o extractos de frutas recién exprimidos, leche, etc.).
De este modo, se garantizan otros nutrientes importantes (proteínas, algunas vitaminas, minerales y agua), además de una ingesta adecuada de fibra dietética. Los suministros naturales de todos estos elementos son siempre preferibles a la suplementación con preparados industriales y farmacéuticos.
Multicentro Lactancia
Por último, enriquecer su dieta con vitamina A le permite proporcionar a su bebé recién nacido las dosis adecuadas de vitamina A, que es indispensable para los procesos de crecimiento celular e importante para combatir las infecciones y reforzar su sistema inmunitario.
Tampoco hay que subestimar la importancia de ciertos minerales. Veamos cuáles son:Sal mineralFunciónZincAntioxidante que juega un papel clave en el mantenimiento de las defensas naturalesIodoConstituyente esencial de las hormonas tiroideas que juegan un importante
Ácido fólico en la lactancia
Todas las vitaminas desempeñan un papel crucial en el crecimiento saludable de un bebé. Veamos ahora, siguiendo una especie de abecedario, qué vitaminas necesitas para poder alimentar bien a tu bebé.
Sí, puedes hacerlo. Las vitaminas prenatales son necesarias para el organismo durante la gestación. Aunque las necesidades de tu cuerpo cambian durante el periodo postnatal/posparto, los expertos sugieren que puedes seguir consumiendo vitaminas prenatales hasta seis semanas después del parto. Puede consultar a su médico para que le dé más suplementos después del periodo.
No. Evite los suplementos multivitamínicos para el cabello, la piel y las uñas durante la lactancia. La mayoría de estos suplementos contienen biotina y otros compuestos que podrían pasar a la leche materna y perjudicar al bebé.