Tabla de tiempos de la digestión de los alimentos
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En el intestino delgado, bajo la acción de las enzimas digestivas, la digestión pasa por la transformación de los hidratos de carbono en azúcares simples, de los lípidos en ácidos grasos y monoglicéridos, y de las proteínas en aminoácidos. El conjunto del quimo tarda entre 3 y 10 horas en pasar, mientras los movimientos peristálticos producidos por la musculatura de la pared intestinal lo hacen avanzar hacia el intestino grueso, la última porción del canal digestivo.
En cambio, la cocción al vapor ofrece varias ventajas: los alimentos así cocinados se digieren mejor y antes; además, el hígado y otros órganos del aparato digestivo prefieren los alimentos al vapor porque no contienen ácidos grasos perjudiciales para el organismo.
Tarde o temprano, todo el mundo tiene que enfrentarse a una “mala digestión”, o dispepsia, y a los molestos síntomas que provoca, como pesadez, hinchazón y dolor abdominal. Sin embargo, unos simples cambios en la dieta y el estilo de vida suelen ser suficientes para mejorar significativamente la digestión y ayudar a mantener a raya los problemas digestivos.
Las etapas de la digestión
Por ello, en los próximos párrafos no nos limitaremos a describir los tiempos de digestión de los alimentos, evaluados como si fuéramos auténticas máquinas digestivas, sino que estudiaremos cómo influyen los distintos factores en los tiempos de digestión y cómo unas sencillas reglas pueden ayudarnos a optimizar estos procesos.
En este caso, por tiempo digestivo definimos el tiempo de persistencia del bolo alimenticio en el estómago, teniendo en cuenta cómo algunos alimentos pueden persistir en el tracto intestinal, más de 10 metros, incluso durante varios días.
3. Prefiera guisar o cocinar al vapor en lugar de freír, asar u hornear. El mismo alimento, cocinado de forma diferente, puede hacer que el tracto gastrointestinal realice la digestión durante tres veces más tiempo;
4. Evite las comidas excesivamente copiosas (no deje nunca la mesa completamente llena). En circunstancias particulares, como en casos de gastritis, dispepsia o enfermedad por reflujo gastroesofágico, puede ser preferible seguir una dieta disociada;
Resumen de la digestión
El jugo gástrico, que consiste principalmente en ácido clorhídrico y enzimas digestivas (como la pepsina), se mezcla en el estómago con el bolo y continúa el proceso de digestión. En esta fase, los hidratos de carbono se digieren casi por completo, las proteínas se descomponen en aminoácidos y oligopéptidos, y los lípidos continúan su camino casi sin cambios. Los alimentos procesados, convertidos en quimo, pasan por el píloro desde el estómago hasta el intestino delgado.
En el intestino grueso se absorben el agua y algunas sales minerales. Las bacterias residentes en la flora intestinal también llevan a cabo importantes procesos digestivos sobre grasas e hidratos de carbono difíciles de digerir o sobre elementos no digeribles como la fibra. Esta fermentación produce ácidos grasos de cadena corta y gases como el metano, el dióxido de carbono, el hidrógeno y los compuestos de azufre.
La digestión explicada a los niños
Los alimentos ingeridos en la dieta deben ser DIGERIDOS en el intestino (es decir, descompuestos en sus componentes de menor peso molecular) antes de ser ABSORBIDOS (transferidos desde la luz intestinal a la sangre). Los procesos digestivos se deben a enzimas especializadas producidas por las glándulas exocrinas anexas al intestino (glándulas salivales, células especializadas de la mucosa gástrica, páncreas). La digestión de los alimentos cumple dos funciones: (1) en primer lugar, el organismo no puede utilizar las macromoléculas externas introducidas con la dieta, sino que debe sintetizar las suyas propias (véanse los temas síntesis de proteínas y metabolismo), a partir de los monómeros que las constituyen; los procesos digestivos cumplen esta función convirtiendo las macromoléculas en monómeros. (2) Las macromoléculas que se ingieren con la dieta pueden ser tóxicas, mientras que los monómeros que las constituyen no lo son; además, los microorganismos que inevitablemente contaminan los alimentos pueden ser patógenos; por lo tanto, los procesos digestivos también tienen la función de proteger al organismo.