Vitamina a
Pero, ¿para qué se utilizan? Desempeñan un papel fundamental en la regulación de múltiples reacciones químicas que tienen lugar en el organismo y son esenciales para el bienestar del mismo. Por ejemplo, aportan energía, aseguran la renovación celular, garantizan el buen funcionamiento del sistema inmunitario y previenen la aparición de ciertas enfermedades. También son indispensables para la salud y la protección de la piel, el cabello y los dientes.
Por último, hablemos de la vitamina D, que el organismo almacena y utiliza cuando la necesita, por lo que es liposoluble. Se presenta en forma de ergocalciferol (vitamina D2), tomado con los alimentos, o de colecalciferol (vitamina D3), sintetizado por el organismo.
La vitamina D regula el metabolismo del calcio, desempeñando un papel clave en la calcificación de los huesos. También regula los niveles de calcio y fósforo en la sangre y se dice que también es importante para el sistema inmunitario.
Qué hacen las vitaminas
Una vez completados el crecimiento y el desarrollo, las vitaminas siguen siendo nutrientes esenciales para el mantenimiento saludable de las células, los tejidos y los órganos que componen un organismo pluricelular; también permiten a una forma de vida pluricelular utilizar eficazmente la energía química proporcionada por los alimentos que ingiere y ayudar a procesar las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas necesarias para el metabolismo[4].
Comprimidos de 500 mg, suplemento de calcio y vitamina D, a base de carbonato de calcio, maltodextrina, aceite mineral, hidroxipropilmetilcelulosa, glicerina, colecalciferol, polietilenglicol y cera de carnauba.
Los complementos alimenticios suelen contener vitaminas, pero también pueden incluir otros ingredientes como minerales, hierbas y verduras. Existen pruebas científicas que apoyan los beneficios de los suplementos dietéticos para las personas con ciertas condiciones de salud.[27] En algunos casos, los suplementos vitamínicos pueden tener efectos indeseables, especialmente si se toman antes de una cirugía, junto con otros suplementos dietéticos o medicamentos, o si la persona tiene ciertas condiciones de salud.[27] También pueden contener niveles de vitaminas mucho más altos, y en diferentes formas, que los que se pueden ingerir a través de los alimentos.[28]
Clasificación de las vitaminas
Las vitaminas se encuentran, sobre todo, en los alimentos de origen vegetal -frutas y verduras in primis-. Una dieta adecuada debe proporcionar el mayor aporte posible de vitaminas que necesita nuestro organismo.
Las vitaminas desempeñan un papel indispensable en el control de muchas reacciones químicas que tienen lugar en nuestro organismo y son muy importantes: por poner algunos ejemplos, ayudan a proporcionar energía al cuerpo y aseguran su renovación celular, otras son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso, son importantes para los ojos y también desempeñan un papel en la protección de la piel, el cabello y los dientes.
Muchas personas toman suplementos multivitamínicos para intentar compensar las deficiencias de una dieta desequilibrada. Por cierto, no hace mucho tiempo, los suplementos se anunciaban como una especie de “panacea” para todos los males, capaz de tener efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades.
Sin embargo, para determinadas categorías y en ciertas etapas de la vida, se recomiendan suplementos multivitamínicos o vitaminas individuales para compensar posibles carencias o aumentar las necesidades; pueden estar indicados, por ejemplo, en las personas mayores que tienen una dieta pobre en micronutrientes (vitamina D, vitaminas de los grupos B y C, hierro y calcio en particular); también en las mujeres embarazadas pueden aumentar las necesidades de proteínas, calcio, hierro y ácido fólico, y después de la menopausia se recomienda la administración de suplementos de vitamina D.
Vitaminas b
La vitamina C interviene en numerosas reacciones metabólicas y en la síntesis de colágeno, útil para el buen funcionamiento de los vasos sanguíneos. Es un antioxidante que protege las células y permite que el sistema inmunitario funcione correctamente. Por último, permite la absorción de hierro por parte del organismo. Está presente en diferentes tipos de frutas y verduras como los cítricos, los kiwis, los tomates, los pimientos y las verduras de hoja verde. Las carencias de vitamina C conllevan el riesgo de dolores articulares, hemorragias, astenia y hematomas.
La vitamina E tiene una función principalmente antioxidante: ayuda a proteger las células inactivando los radicales libres. Se encuentra en alimentos de origen vegetal como el aceite, los cacahuetes, las almendras y las avellanas, el arroz integral y el germen de trigo.