Sales minerales donde se encuentran
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Entre las vitaminas de la piel, la vitamina B desempeña un papel fundamental en la lucha contra los radicales libres, principal causa del envejecimiento celular, y en la lucha contra las infecciones bacterianas responsables del acné.
¿Quién dijo que la vitamina C sólo es útil en los resfriados? Es una de las vitaminas para la piel que mejora su aspecto: además de ser un fuerte antioxidante, participa en la formación de colágeno, lo que mantiene la piel tonificada y tiene una acción blanqueadora, útil contra las manchas de la piel. Para saciarte de ella, puedes comer cítricos, pero también kiwis, fresas, brócoli, espinacas, tomates y pimientos.
Tabla de alimentos con vitaminas
El hierro, el cobre, el zinc, el flúor, el yodo, el selenio, el cromo, el cobalto, el manganeso, el silicio, el níquel y el vanadio se denominan, en cambio, “oligoelementos” (u oligoelementos) porque sólo están presentes en el organismo en cantidades mínimas, pero son indispensables para el correcto desarrollo de innumerables funciones y reacciones bioquímicas fundamentales.Fuentes alimentarias
Todas las sustancias que necesita el organismo pueden obtenerse de forma natural a través de una dieta diaria sana, variada y equilibrada, compuesta principalmente por alimentos frescos, crudos o ligeramente cocinados, y por cantidades adecuadas de bebidas que contengan diversos porcentajes y tipos de sales minerales.
Por ejemplo, para seguir una dieta rica en minerales se puede comer leche y productos lácteos, legumbres y pescado, que son ricos en calcio y fósforo, y todas las verduras verdes, nueces, avellanas, cacao amargo y chocolate negro, trigo blando y judías, que son ricos en magnesio.
El pescado de agua salada (como el atún, la caballa, el salmón, el bacalao, etc.), así como los mariscos y crustáceos y las algas son ricos en yodo y cloro, mientras que la carne es una buena fuente de azufre y fósforo.
Bebidas ricas en minerales
Las vitaminas y los minerales son micronutrientes indispensables para el buen funcionamiento de todo el organismo. Dado que intervienen en tantas raciones y procesos, está claro que su ingesta es crucial para mantener la salud de todo el organismo.
La vitamina B1 en la dieta desempeña un papel importante en la vía metabólica de los nutrientes energéticos, la función de la membrana sinaptosomal y el desarrollo de la membrana mitocondrial.
La vitamina B2, o riboflavina como se conoce, tiene funciones de coenzima y es esencial en el proceso de respiración celular y en el metabolismo de las grasas, lípidos, aminoácidos, etc.
Las funciones de la vitamina C son múltiples: desde la reparación de tejidos hasta la producción de ciertos neurotransmisores y el funcionamiento de numerosas enzimas y la función inmunitaria.
La vitamina D hace referencia a un grupo de secosteroides liposolubles. Los compuestos más interesantes pertenecientes a este grupo son la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol), que deben convertirse en calcitriol para ser activos.
Complejo de vitaminas y minerales
Los alimentos ricos en zinc, como la levadura, las legumbres y el cacao, son útiles para el buen funcionamiento de las hormonas y la insulina, las hormonas sexuales y la hormona del crecimiento, pero también para la visión, el olfato y la memoria. Conozcamos más sobre ellos.
También se encuentran altos porcentajes en la levadura, la leche, las setas, el cacao, los frutos secos y la yema de huevo. Una dieta equilibrada que introduzca estos alimentos, ya sea omnívora, vegetariana o vegana, garantiza un buen aporte de zinc, evitando peligrosas carencias.
SetasA menudo subestimadas, los prataioli y las setas porcini secas se encuentran entre las mejores fuentes de zinc y selenio. 100 gramos de setas secas contienen casi 7 miligramos. Así que no se limite a tomar de vez en cuando un risotto con setas, sino que dé rienda suelta a su imaginación: pizzas, pastas, platos principales y guarniciones enriquecidas con setas, sin olvidar las setas rellenas.
Los hombres necesitan unos 10 miligramos de zinc al día, mientras que las mujeres necesitan unos 8, 12 si son jóvenes adolescentes. En las mujeres embarazadas la cantidad se eleva a 15 y a 19 durante la lactancia.