Patatas: propiedades y contraindicaciones
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Las patatas favorecen el buen funcionamiento del intestino, lo protegen del cáncer y controlan la absorción de colesterol y azúcar al aportar fibra alimentaria. Además, favorecen el buen funcionamiento del metabolismo gracias a las vitaminas del grupo B, entre las que se encuentran los folatos, importantes para garantizar el correcto desarrollo del sistema nervioso durante la gestación. Otras moléculas que aportan las patatas (especialmente cuando están peladas) aumentan las defensas antioxidantes del organismo, ayudándolo también a combatir la inflamación, las infecciones y el cáncer.
La quercetina también parece ejercer funciones cardioprotectoras; el efecto de su ingesta se sumaría así al del potasio, que protege el corazón y las arterias controlando la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Beneficios de las patatas cocidas
Un estudio en animales de 2017 descubrió que las patatas moradas también pueden ayudar a perder peso. Los ratones alimentados con estos tubérculos redujeron el peso y la acumulación de grasa en 12 semanas. (2)
Un estudio de 2005 examinó a 10 personas que se alimentaron con 30 g de almidón resistente al día durante cuatro semanas. Al final de la prueba, los pacientes experimentaron una disminución del 33% en la resistencia a la insulina. (6)
Son buenas fuentes de hierro y ácido fólico, dos sustancias esenciales para la producción de glóbulos rojos, cuya carencia provoca anemia. Para ello, las patatas pueden utilizarse como medida preventiva o para tratar la anemia.
Son muy eficaces para reducir la inflamación, tanto externa como internamente. Tienen un buen contenido de vitamina C y vitamina B6, que ayudan a aliviar la inflamación del sistema digestivo. Están indicados para quienes sufren de úlceras en la boca, artritis y gota.
El buen funcionamiento del cerebro depende de los niveles de azúcar, las vitaminas del grupo B, ciertas hormonas, los aminoácidos y los ácidos grasos. Las patatas son capaces de satisfacer casi todas las opciones anteriores. Contienen muchos hidratos de carbono y, por tanto, son capaces de mantener unos buenos niveles de azúcar en sangre.
Contraindicaciones de las patatas
Las patatas sólo son comestibles cuando se cocinan. Crudas, especialmente mal conservadas (germinadas) y con la piel, además de ser indigestas, pueden contener niveles “problemáticos” de solanina (un alcaloide tóxico). Se prestan a muchos tipos de recetas, principalmente pertenecientes al grupo de guarniciones y primeros platos. Los métodos de cocción preferidos son: escalfar (hervir en agua), cocinar al vapor, asar y freír.
Las patatas son productos que pertenecen al tercer grupo de alimentos básicos. Ricos en almidón, estos tubérculos tienen sin embargo menos calor que los cereales y sus derivados (especialmente los secos). Además, contienen altos niveles de vitamina C, lo que las relaciona también con el 7º grupo de alimentos básicos (Verduras y Frutas Fuentes de Vit C); las patatas rojas también contienen varios tipos de provitaminas A, un aspecto común del 6º grupo de alimentos básicos (Verduras y Frutas Fuentes de Vit A).
Comer patatas hervidas
Las patatas nuevas tienen una piel muy fina, que también es comestible. Las patatas nuevas son resistentes a la cocción. Para obtener su mejor sabor, deben hervirse con la piel o asarse a la parrilla.
Las patatas nunca deben comerse crudas. Al cocinar y comer las patatas con piel, se pierden menos vitaminas y minerales. Las patatas pueden ser un valioso aliado para la figura si se cocinan al vapor o se hierven.
Los valores nutricionales se refieren a 100 gramos de patatas peladas y cocidas al vapor (sin añadir sal). Una ración de patatas corresponde a 180 – 300 g, según las necesidades energéticas diarias.