Postre ligero para después de la cena
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En primer lugar, coge los huevos y separa las yemas de las claras. Con una batidora eléctrica, bata las claras de huevo junto con el azúcar moreno y la ralladura de limón hasta que estén espumosas y a punto de nieve. Recuerde que para obtener claras de huevo batidas a punto de nieve, el batidor y el bol deben estar bien limpios.
En un bol, tamizar la harina de avellanas y de avena junto con el cacao y una pizca de levadura en polvo. Añadir el yogur de leche de oveja a los polvos tamizados, procurando obtener una mezcla homogénea.
Coge un molde para tartas de 24 cm de diámetro y fórralo con papel de horno. Verter la mezcla en el molde con la ayuda de una cuchara. Decorar la superficie con avellanas picadas. Hornear en un horno estático durante 30 minutos a 180°. Sacar del horno y dejar enfriar antes de servir.
Veamos juntos cómo preparar el pastel proteico de chocolate y coco. Necesitará: 200 g de harina integral, 3 claras de huevo, 80 g de azúcar, 150 ml de leche de oveja Girau, 60 g de chocolate negro, 1 sobre de levadura química o bicarbonato de sodio y 50 g de coco.
Dulces con menos de 50 calorías
Tarta de queso: una idea que hace la boca agua. Claro, la versión clásica tiene muchas calorías y azúcar, ¡pero esta receta no! Nuestra tarta de queso se presenta en vasos y sólo contiene ingredientes saludables: la mezcla perfecta de yogur, queso crema, miel y fresas como cobertura.
Nos encanta transformar un poco los clásicos y enriquecerlos con una dosis extra de proteínas. Y lo conseguimos con esta receta de un postre ligero y bajo en calorías. Aquí, el yogur griego se une al zumo de naranja, la miel y el ruibarbo cocido.
Otro postre clásico en una versión ligera y deliciosa. Puedes prescindir del horno para hacer esta receta, así como de los carbohidratos innecesarios. Un mimo fresco y afrutado con arándanos y crema de coco, que puedes disfrutar sin culpa.
Pasteles sin calorías
Prueba de traje de baño, dieta post-vacacional, dieta pre-vacacional… en fin, parece que la vida nos somete constantemente a regímenes alimenticios ultrarrestrictivos, y la primera categoría de alimentos que hay que saltarse son los dulces. Por eso hoy queremos compartir con vosotros las que creemos que son las mejores recetas de postres ligeros, tan fáciles de preparar como siempre, pero con un ojo puesto en las calorías.
En primer lugar, batir las claras de huevo a punto de nieve y reservarlas. En un bol, tamizar la harina, la fécula y la levadura en polvo, y añadir el azúcar. Remover con una espátula, añadiendo el aceite y finalmente incorporar las claras batidas a punto de nieve, suavemente para no desmontar la mezcla. Verter la mezcla en un molde y hornear el pastel a 180°C durante 30 minutos.
Batir el huevo con el azúcar y luego verter el agua. Añadir la harina tamizada y la levadura en polvo para obtener una masa homogénea y, a continuación, preparar las tortitas. Calentar una sartén antiadherente y, sin engrasarla, dejar caer pequeños cazos de masa, ligeramente espaciados. Cocinar a fuego medio hasta que empiecen a formarse burbujas en la superficie, entonces dar la vuelta a las tortitas y continuar la cocción por el otro lado. Servir apilado “a la americana” con miel, jarabe de arce o mermelada sin azúcar.
Pastel de menos de 100 calorías
Un fácil pastel de calabaza con ingredientes sanos y funcionales como la calabaza, que con sus carotenoides hace de este pastel una auténtica bomba de salud. Los ingredientes incluyen avellanas y almendras ricas en vitamina E y grasas buenas.
Además de estar buena, pero muy buena, esta Tarta conserva las vitaminas de las cerezas ya que las uso crudas, sin cocinarlas, conservando todo el poder antioxidante de la vitamina C que contienen, así como los numerosos polifenoles que son tan útiles para nuestros intestinos.
He probado esta receta tres veces, cambiando cada vez la dosis y los ingredientes. Creo que he encontrado el equilibrio adecuado, como se dice, y he conseguido hacer una nueva versión del pastel de calabacín y avellanas.
Las frambuesas pertenecen a la categoría de frutos rojos pequeños. Muy ricas en vitamina C, fibra de licopeno y polifenoles, se prestan en la cocina a preparaciones innovadoras y modernas dando colores y sabores únicos. En este caso las utilizamos tanto crudas como cocidas, combinando el gran poder antioxidante y antiinflamatorio de la vitamina C.