El mejor arroz para los risottos
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También puede probar el colorido risotto a la milanesa, añadiendo pistilos de azafrán al caldo de verduras, o incluso probar un delicado risotto con espárragos, sin olvidar conservar las puntas enteras para la decoración final.
Por lo tanto, en la preparación del risotto es crucial la presencia de aceite de oliva virgen extra para tostar los granos de arroz, vino blanco para matizarlos, y mucha mantequilla y queso rallado para la mantecatura final.
Además, puede atreverse y encontrar combinaciones de sabores ganadoras: para un risotto rústico y sabroso, pruebe a combinar achicoria, salchicha y emmental y llevará a su mesa los intensos sabores del norte de Italia.
Para hacer risottos fáciles y rápidos, sus mejores aliados serán sin duda los quesos: desde el gorgonzola hasta la ricotta, pasando por el taleggio y el parmesano, ¿por qué no combinarlos todos juntos en una suave fondue y llevar a la mesa un buen risotto de cuatro quesos?
Además, no olvides que para darle un poco de sabor a un risotto sencillo, siempre puedes probar a añadir algunos ingredientes sabrosos, incluso crudos, que cambiarán el sabor de forma totalmente inesperada.
Cómo hacer un risotto sencillo
Para la mantecatura, que se hace estrictamente a fuego lento y sin ni siquiera esa absurda prisa; al principio se ayuda con una cuchara, luego se rehoga el arroz hasta que se haya derretido toda la mantequilla. Antes, la mantecatura se hacía con manteca de cerdo, piensa en la delicadeza.
Sin dejar de remover, esperar a que la mantequilla se derrita por completo e incorporar el parmesano. Remover la olla como hacen los grandes chefs, es decir, haciendo un movimiento de muñeca para que el arroz salte de la olla e incorpore aire.
Arroz cremoso para risotto
Además de la categoría Semifino, existe otro grupo, el “Superfino”, que incluye varios tipos de arroz -Roma, Baldo, Carnaroli, Arborio- que tienen en común granos grandes y largos (más de 6,4 mm).
El Thaibonnet o el arroz Basmati pertenecen a estos tipos: son dos productos muy versátiles, que soportan incluso cocciones muy largas sin dorarse, manteniendo los granos separados unos de otros. Al vapor o al pilaf, tú decides la mejor cocción.
Hervido, en olla a presión, salteado, pero también es excelente en la preparación de risottos: muchos dicen que es ideal para preparar risotto con calabacines y gambas o para un plato de arroz integral con verduras.
Receta básica de risotto
Se calienta el aceite de oliva virgen extra en un cazo. Se vierte el arroz y, manteniendo el fuego alto, se remueve con una cuchara de madera. Los lípidos del aceite sellan la parte porosa del grano, especialmente en la perla, y las microfracturas creadas durante el procesamiento del arroz. Esto evita que el almidón contenido en el grano se escape al caldo, lo que hace que el arroz se cocine bien.
Durante el proceso de asado, antes de que cierre sus poros, el arroz se sala y luego se rocía con vino blanco o tinto, según la preparación. La parte de alcohol se deja evaporar antes de cocinar en el caldo. Además de añadir sabor, la “sfumatura” permite que el arroz se desengrase después de asarse en aceite. Si se opta por el tueste en seco, se puede evitar la esfumatura.
Ahora que sabes cómo hacer risotto en 5 pasos, puedes preparar uno. Pruebe el risotto de remolacha, el risotto con gorgonzola y azafrán, el risotto ahumado con alcachofas y naranja, el risotto con crema de guisantes y kéfir.