Receta de sopa de cebolla
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Para empezar a preparar la sopa de cebolla, hay que empezar por las cebollas, el ingrediente principal de esta receta. Primero hay que pelarlas y luego cortarlas en rodajas muy finas.
En una cacerola grande, calentar el aceite y la mantequilla y luego añadir las cebollas y freírlas durante unos diez minutos a fuego muy lento. En este momento se puede añadir el azúcar y, por último, cuando empiecen a caramelizarse un poco, la harina, que habremos tamizado para asegurarnos de que no contiene grumos.
Llegados a este punto, sólo hay que servir, quizás acompañados de unos crutones de pan crujiente, que habremos rociado con aceite y metido en el horno para que se doren durante 5 minutos a 220°C. De este modo, crearás un plato muy completo y especial.
Sopa de cebolla y patata vegana
Pele las cebollas, lávelas y córtelas en rodajas muy finas, póngalas al fuego con un poco de aceite y medio vaso de agua. Cueza tapadas durante 15 minutos, añada unas hojas de salvia; sazone con sal y pimienta. Añada 2 cucharadas de harina a las cebollas guisadas, remuévalas para mezclarlas bien, añada el caldo hirviendo, tápelo y cueza a fuego lento durante 50 minutos. Colocar las rebanadas de pan tostado en el fondo de los cuencos, espolvorear con queso vegetal rallado con un rallador de agujero ancho o con polvo de hornear, verter la sopa de cebolla por encima, añadiendo una pizca de pimienta si se desea.
Elige harina y pan sin gluten. Otros ingredientes que hay que tener en cuenta: la pastilla de caldo, la levadura en polvo y el queso vegetal, ya que muchos contienen trazas de gluten. Lee bien el envase y consulta el manual de la AIC para saber qué marcas son adecuadas.
Sopa de cebolla ligera
Corta las cebollas en rodajas muy finas y ponlas al fuego con la citada mantequilla; cuando empiecen a tomar color, cuécelas bien con el caldo, o con la leche si la haces con ella, para poder pasarlas bien por el colador, y luego mezcla el puré con el líquido restante para mojar la sopa. Cortar el pan en rebanadas o cubos, tostarlo y, colocándolo en capas en la sopera, condimentarlo poco a poco con los huevos, el queso gruyere y el parmesano. Por último, vierta el caldo o la leche hirviendo y envíelo a la mesa.
Sopa de cebolla sin harina
Después de escurrir bien las cebollas, ponerlas en una cacerola con aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y una molienda de pimienta. Tapar y cocinar durante unos 10 minutos para que las cebollas se guisen.
Añade albahaca picada, tomate picado, o alternativamente puedes utilizar puré de tomate (aproximadamente medio vaso), medio litro de agua fría, una pizca de guindilla seca y cocina con la tapa puesta durante una hora y media.
Para servir la sopa, tuesta un poco de pan en el horno o en la tostadora, córtalo en dados y viértelo en el fondo de los platos. Cubre el pan con copos de queso parmesano o pecorino y vierte la sopa de cebolla caliente por encima. Que lo disfrutes.