Receta de leche con ajo para la tos

Leche y coñac para el dolor de garganta

Berndl y Hofer pueden decir que crecieron con “pan y remedios caseros”. Cuando, de niño, estaba en la cama con amigdalitis o un fuerte dolor de garganta, mi madre salía al jardín -incluso en pleno invierno- y recogía una raíz de rábano picante. Luego lo lavaba y lo cortaba en rodajas, que luego ensartaba en un hilo para hacer un collar”, recuerda Karin Berndl.

En Austria es frecuente que el médico de cabecera prescriba también plantas medicinales. Aquí no hay hierba o verdura que no se utilice para curar el cuerpo”, explica Berndl. Por eso, ella y su colega Nici Hofer se sorprendieron mucho al descubrir que en Inglaterra los remedios caseros son casi desconocidos.

Incluso sus amigos ingleses recibieron inicialmente con divertido escepticismo el consejo de intentar aliviar la tos con una compresa de patatas o de bajar la fiebre aplicando rodajas de cebolla en las plantas de los pies.

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Pero los dos amigos austriacos no se amilanaron, sino todo lo contrario: a lo largo de los años recopilaron información sobre un centenar de remedios caseros utilizados en todo el mundo y luego los probaron en ellos mismos o en sus amigos.

La leche y la tos en los niños

El ajo para ser utilizado como antibiótico natural debe consumirse crudo, de lo contrario las sustancias beneficiosas se deterioran y se vuelven inactivas por la cocción o el secado.

Existen suplementos naturales a base de ajo seco que se utilizan con fines sanitarios, pero hay que valorar bien los beneficios reales de estos productos, ya que como hemos dicho algunas sustancias como la alicina se pierden o disminuyen mucho durante el secado.

El ajo contiene muchas sustancias nutritivas, como minerales (magnesio, calcio, fósforo, yodo y hierro), vitaminas (B1, B2, A, C y PP) y algunos principios activos utilizados con efectos beneficiosos para la salud.

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Leche y coñac para la tos

Aunque se necesitan más estudios, los datos de que disponemos no pueden considerarse definitivos, ¡no está de más intentarlo! Al fin y al cabo, seguro que tienes miel en casa o, si no, puedes comprarla en cualquier tienda de alimentación.

Es eficaz para tratar los síntomas, una vez que aparecen, pero también para prevenirlos. De hecho, ayuda a evitar que los virus se adhieran a nuestras vías respiratorias. De este modo, se evita la aparición de la tos propiamente dicha.

El regaliz se ama o se odia; no tiene un sabor que complazca a todos los paladares. Sin embargo, si te gusta, o al menos no te disgusta, ¡tenemos buenas noticias! De hecho, puede combinar lo útil con lo agradable, solucionando los síntomas de la gripe sin renunciar al sabor.

Leche caliente y miel para el dolor de garganta

La sinusitis suele resolverse espontáneamente, sin necesidad de medicación, en dos o tres semanas (sinusitis aguda). Sin embargo, a veces dura meses (sinusitis crónica) y requiere un tratamiento farmacológico.

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Si no tienes ni inhalador ni aerosol, puedes hacer lavados nasales con un chorro o una jeringa (sin aguja). En este caso es perfecta la solución salina, que ayuda a humedecer, limpiar y desinfectar las mucosas nasales. Se obtiene disolviendo un cuarto de cucharadita de sal y un cuarto de cucharadita de bicarbonato de sodio en 30 ml de agua.

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