Salsa de yogur griego tzatziki
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Los pepinos son un clásico del verano: frescos y crujientes, pueden comerse solos en ensaladas, aliñados con aceite, sal y vinagre o utilizarse para enriquecer ensaladas mixtas o de arroz y preparar aperitivos ligeros como panecillos rellenos de queso de untar (robiola, philadelphia, ricotta) y/o embutidos.
En primer lugar, lave el pepino y rállelo, con toda la piel, en un colador de cocina colocado a los lados de un cuenco y deje que el agua de vegetación escurra de forma natural en el cuenco de abajo durante al menos 1 hora, tras lo cual aplaste el pepino con el dorso de la cuchara para eliminar los últimos restos de agua y crear una crema.
Salsa con yogur griego
Yogur griego, pepino y ajo son los tres ingredientes principales para preparar el tzatzichi en sólo 10 minutos. Se trata de una salsa cremosa y versátil que puedes utilizar como acompañamiento de varios platos, empezando por unos simples picatostes de pan o en combinación con pan de pita (el típico pan blanco plano y esponjoso de origen griego).
Limpiar y picar finamente el ajo. Lavar bien el pepino y sin pelarlo, picarlo finamente, salarlo y ponerlo a escurrir. Verter el yogur en un bol, añadir el pepino exprimido, el eneldo y el ajo picados, el vinagre y sazonar con sal.
Salsa de pepino
Un viaje culinario entre Grecia y Turquía con la salsa tzatziki, un condimento tan sencillo como sus ingredientes: yogur griego, pepino y ajo. Aquí está la receta original y algunos consejos útiles para variarla.
Puede guardar la salsa tzatziki en el frigorífico durante 2 ó 3 días, preferiblemente en un tarro hermético o en un recipiente de plástico o cristal cubriendo la superficie con papel de aluminio y cerrando el recipiente con la tapa.
Ensalada persa de pepino y yogur
Coge un pepino y, después de lavarlo, quitarle las semillas y cortarlo en rodajas finas, espolvoréalo con sal y ponlo a escurrir en un colador colocado sobre el fregadero o en un bol. Hay que extraer la pulpa pura, eliminando todo su contenido acuoso. Mientras tanto, trabaja en los otros ingredientes. Cortar el diente de ajo y machacarlo en un mortero. Preparar una emulsión de aceite y zumo de limón. Pasar esto a un bol con el yogur, el ajo y el pepino bien escurrido. Remover enérgicamente, preferiblemente con un batidor, para que la mezcla quede bien mezclada. Para terminar, incorpore el eneldo, ajuste la sal si es necesario y coloque la salsa en el frigorífico, cubierta con film transparente.
Pele los otros dos pepinos (si son pequeños y frescos, también puede prescindir de ellos), córtelos en cubos y páselos a la ensaladera. En este punto, se permiten variaciones personales: se pueden añadir aceitunas negras al horno o deshuesadas Taggiasca, tomates secos, queso feta en dados y cebolla roja en rodajas finas; si no se es vegetariano, gambas peladas recién escaldadas o pechuga de pollo a la plancha cortada en tiras. Saque el aliño de la nevera, remuévalo bien, rocíe la ensalada con unas cucharadas y sírvala en la mesa con pan pita o patatas fritas de pita y vino blanco frío sin alcohol o agua de pepino y limón. Remover la ensalada antes de mezclarla con el aliño: así se conserva su textura crujiente.